En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro cogió una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: "¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas..."
En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
- Yo sé cómo lo hizo.
- ¿Cómo? -le preguntaron.
- No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Einstein dijo: Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr.
* Historia atribuida a Albert Einstein.
Extraído del libro "La culpa es de la vaca"
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: "¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo con esa piedra y sus manos tan pequeñas..."
En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
- Yo sé cómo lo hizo.
- ¿Cómo? -le preguntaron.
- No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Einstein dijo: Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr.
* Historia atribuida a Albert Einstein.
Extraído del libro "La culpa es de la vaca"
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