domingo, enero 07, 2007

Recuerda a quienes sirves*

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua enfrente de él.

- ¿Cuánto cuesta un helado con chocolate y maní? -preguntó el niño.
- Cincuenta centavos -respondió la mujer.

El niño sacó la mano del bolsillo y examinó las monedas.

- ¿Cuánto cuesta un helado solo? -volvió a preguntar. Algunas personas esperaban mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente.

- Veinticinco centavos -dijo bruscamente.

El niño volvió a contar las monedas.

- Quiero el helado solo -dijo.

La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se retiró. El niño terminó el helado, pagó en la caja y salió. Cuando la mesera volvió a limpiar la mesa, le costó tragar saliva al ver que allí, ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos: su propina.

Jamás juzgues a alguien antes de saber por qué.

* Contribución de Sebastián Núñez y Lucía Posada, versión de Tché Souto.

Extraido del libro "La culpa es de la vaca"

Una última cosa, conoce nuestros 5 temas más populares para reflexionar y motivarse.

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