Experimento: intenta ponerte un lápiz atravesado en la boca y sujétalo con los dientes. Esto hará que los músculos de tu cara se coloquen en una posición similar a la sonrisa, y si mantienes esa posición por más de 15 segundos, acabarás engañando a tu cerebro y terminarás por sentir la misma sensación agradable que produce la risa (consulta esta fuente si quieres profundizar al respecto).
Reirse es muy fácil, tan sólo debes empezar por sonreir y el método del lápiz te puede ayudar. Si quieres un efecto inmediato intenta hablarle a alguien con el lápiz entre la boca, lo más seguro es que no te entienda y ambos terminen riendo.
Otro método que puedes emplear es hacer muecas o gestos graciosos delante del espejo o mejor si estás delante de tu pareja, dos risas son mejor que una porque el efecto es más prolongado.
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